En mi infancia yo veía desde mi techo
el despliegue de las cuatro estaciones,
pero el otoño traía sensaciones
tan extrañas por este singular hecho.
el despliegue de las cuatro estaciones,
pero el otoño traía sensaciones
tan extrañas por este singular hecho.
Decenas de árboles como esqueletos
exhibían la intimidad de sus tramas
mas uno escapaba de ese cruel decreto
y yo era feliz celebrando sus ramas.
Níspero inmortal que atravesó los años,
en ninguna temporada te vi yerto,
ni supiste que el otoño le hace daño
a aquel que sin tu bendición fue cubierto,
y yo de aquella tu luz recibí un baño
que me inspiro a estar vivo entre los muertos.
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